La disfagia es un trastorno de la deglución que afecta a muchas personas en todo el mundo. A menudo se asocia con condiciones médicas subyacentes, como la disartria, que puede hacer que tragar sea una tarea desafiante. En este artículo, exploraremos qué es la disfagia, cómo se relaciona con la disartria y cómo se pueden utilizar los espesantes para facilitar la deglución en personas que padecen estos trastornos.

¿Qué es la disfagia?

La disfagia es un término médico que se refiere a la dificultad para tragar. Esta afección puede afectar a personas de todas las edades, desde bebés hasta adultos mayores. La disfagia puede ser causada por una variedad de factores, como enfermedades neuromusculares, lesiones traumáticas, cirugía, o enfermedades crónicas como el Parkinson o el Alzheimer. Los síntomas comunes de la disfagia incluyen dolor al tragar, sensación de obstrucción en la garganta o regurgitación.

Factores que causan disfagia

La disfagia puede ser el resultado de diversas condiciones médicas y factores de riesgo. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Trastornos neuromusculares: Enfermedades como el accidente cerebrovascular, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el Parkinson y la distrofia muscular pueden afectar los músculos que son esenciales para la deglución.
  • Cáncer: Los tumores en la garganta, el esófago u otras áreas cercanas pueden bloquear el paso de los alimentos o líquidos.
  • Lesiones traumáticas: Las lesiones en la cabeza o el cuello pueden dañar los músculos involucrados en la deglución.
  • Enfermedades gastroesofágicas: Afecciones como el reflujo gastroesofágico, la esofagitis y las úlceras pueden causar dolor al tragar.
  • Envejecimiento: A medida que envejecemos, los músculos de la garganta pueden debilitarse, lo que aumenta el riesgo de disfagia en los adultos mayores.

Evaluación y diagnóstico

El diagnóstico de la disfagia generalmente comienza con una evaluación médica exhaustiva. Esto puede incluir pruebas de imagen, como la videofluoroscopia (un estudio de rayos X que sigue el paso de alimentos y líquidos a través del sistema digestivo) o la endoscopia (una exploración visual de la garganta y el esófago).

Una vez diagnosticada, la disfagia se clasifica en función de su gravedad, lo que ayuda a guiar el tratamiento adecuado. Los tres niveles de disfagia comúnmente reconocidos son:

  • Disfagia leve: Dificultad ocasional para tragar, generalmente con alimentos más secos o líquidos más gruesos. A menudo se puede abordar con modificaciones dietéticas y ejercicios específicos.
  • Disfagia moderada: Se necesita un enfoque más intensivo, que puede incluir modificaciones dietéticas, terapia de deglución, y posiblemente el uso de espesantes.
  • Disfagia grave: En este nivel, el riesgo de aspiración es alto, y el tratamiento suele ser más invasivo, incluyendo la sonda de alimentación o incluso cirugía.

El papel de la logopedia en el tratamiento

Los logopedas juegan un papel vital en el tratamiento de la disartria y la disfagia. Estos profesionales tienen experiencia en evaluar y tratar problemas de comunicación, así como trastornos de la deglución. Su enfoque terapéutico puede incluir:

  • Terapia de deglución: Los logopedas pueden trabajar con el paciente para mejorar la coordinación muscular y la fuerza necesaria para tragar de manera efectiva.
  • Terapia de comunicación: En casos en los que la disartria también está presente, se pueden utilizar ejercicios específicos para mejorar la pronunciación y la comunicación verbal.
  • Educación al paciente y cuidadores: Los logopedas brindan orientación sobre modificaciones dietéticas y técnicas de deglución segura, así como sobre el uso de espesantes y otros dispositivos de asistencia.

La disartria y su relación con la disfagia 

La disartria es un trastorno del habla que se produce debido a la debilidad o falta de coordinación de los músculos utilizados en la articulación del habla. En algunos casos, la disartria puede estar relacionada con la disfagia, ya que algunos de los músculos que controlan el habla también están involucrados en la deglución. 

Cuando una persona tiene disartria, los músculos que son responsables de la masticación y la deglución pueden estar debilitados, lo que puede aumentar el riesgo de aspiración (cuando la comida o líquidos ingresan a las vías respiratorias en lugar del esófago). Esto puede ser peligroso y potencialmente llevar a infecciones pulmonares o neumonía.

Uso de espesantes en la disfagia

Los espesantes son una herramienta fundamental en el manejo de la disfagia, ya que permiten que los líquidos sean más seguros de tragar. Algunos puntos clave sobre su uso incluyen:

  • Consistencia personalizada: La elección de la consistencia adecuada de los líquidos es crucial. Los logopedas realizan evaluaciones específicas para determinar la consistencia óptima, que puede variar desde líquidos finos hasta néctares espesos o pudines.
  • Tipos de espesantes: Existen diversos productos espesantes en el mercado, como polvos a base de almidón o gomas naturales, y líquidos pre-espesados. La elección depende de las preferencias y necesidades del paciente.
  • Instrucciones de uso: Es fundamental seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud sobre cómo preparar y utilizar los espesantes. La cantidad y la técnica adecuadas son esenciales para garantizar una deglución segura.

Neurhogar, expertos en el tratamiento de la disfagia

En Neurhogar contamos con un equipo de expertos altamente capacitados en logopedia y terapia de deglución. Brindamos atención integral y personalizada a las personas que enfrentan este desafiante trastorno. Nuestro enfoque en la evaluación precisa y el tratamiento especializado asegura una mejora significativa en la calidad de vida de quienes padecen disfagia, brindando soluciones que se adaptan a las necesidades individuales de cada paciente.